Últimamente los médicos reciben cada vez más quejas sobre el dolor de espalda que suelen padecer las mujeres jóvenes. Si el malestar se limita a la columna torácica, puede deberse a una afección como la osteocondrosis torácica, cuyos síntomas se describen en detalle a continuación.
Osteocondrosis del tórax - causas
La osteocondrosis espinal es una patología en la que el tejido del disco intervertebral (el componente de la columna ubicado entre dos cuerpos vertebrales) sufre cambios negativos. Un disco intervertebral es una almohadilla plana y redonda compuesta por un núcleo similar a un gel de colágeno, fibras conectivas y tejido cartilaginoso vítreo. Las principales funciones que proporcionan estas estructuras son:
- Conexión y retención de cuerpos vertebrales adyacentes;
- Protección espinal amortiguadora para prevenir lesiones por gravedad y carga;
- Asegurar la movilidad de las vértebras adyacentes entre sí.
Si los discos intervertebrales se encuentran en un estado funcional satisfactorio, la columna tiene elasticidad, movilidad y capacidad para soportar diversas cargas mecánicas. Cuando la estructura del cartílago cambia de forma, textura, pierde fuerza y elasticidad, estas funciones no se pueden realizar por completo. Básicamente, esto sucede en el contexto de un trastorno metabólico.
Los cambios patológicos en el disco intervertebral que conducen a la osteocondrosis torácica pueden explicarse en parte por el hecho de que con la edad el disco intervertebral recibe nutrientes a través de sus propios vasos sanguíneos y el suministro de nutrientes solo puede lograrse a través de estructuras adyacentes (ligamentos, vertebrales). cuerpos). Se desconoce la causa exacta de la distrofia de las estructuras intervertebrales y sus mecanismos de destrucción, pero los médicos han identificado una serie de factores predisponentes:
- Trastornos metabólicos sistémicos en el cuerpo;
- tener sobrepeso;
- Desnutrición, hábitos de bebida;
- Inactivo;
- Trabajo sedentario;
- mala postura;
- pie plano;
- Lesiones de espalda y columna;
- Trabajo físico extenuante o entrenamiento deportivo;
- Embarazada;
- Use zapatos incómodos, tacones altos.
Grado de osteocondrosis torácica.
Una afección como la osteocondrosis torácica no causa síntomas inmediatos porque se desarrolla gradualmente durante un largo período de tiempo. Además, la osteocondrosis en la región torácica no aparece hasta una etapa posterior con cambios patológicos evidentes debido a la baja movilidad de la columna en esta región. En total se pueden distinguir cuatro grados de patología en función de la desviación que se produzca.
Osteocondrosis torácica de grado 1
La etapa preclínica es la osteocondrosis torácica de grado 1. Durante esta etapa, la porción central del disco intervertebral sufre una deshidratación y compactación parcial, lo que resulta en una disminución de su altura, elasticidad y dureza. Se conserva la capacidad de la columna para soportar cargas normales. Comienza a formarse una hernia de disco.
Osteocondrosis torácica grado 2
Cuando se produce osteocondrosis torácica de grado 2, la enfermedad se caracteriza por el desarrollo de grietas en el anillo fibroso. Los discos continúan hundiéndose (adelgazándose), la cantidad de líquido intervertebral disminuye significativamente y las vértebras comienzan a frotarse entre sí a medida que aumenta la carga en la espalda. Esta etapa a veces se llama radiculitis discogénica.
Osteocondrosis torácica grado III
La osteocondrosis torácica de tercer grado se acompaña de destrucción y rotura del tejido fibroso del disco intervertebral, liberación de la parte central, es decir, hernia de disco. Se produce la formación de una hernia de disco. Como resultado, las raíces nerviosas comienzan a comprimirse, los vasos sanguíneos cercanos y las venas y arterias.
Osteocondrosis torácica grado 4
La última y más grave etapa de la enfermedad se caracteriza por el desplazamiento, torsión, deformación, aumento adicional del área y proliferación del cuerpo vertebral. El tejido fibroso del disco afectado comienza a ser reemplazado por un patrón de crecimiento específico de tejido óseo (osteofitos) que comprime la médula espinal. Como resultado, la movilidad de la columna se reduce significativamente.
Osteocondrosis torácica - Síntomas
Debido a la particularidad de la ubicación del proceso patológico, los síntomas de la osteocondrosis torácica incluyen tanto síntomas típicos como atípicos, repitiendo las manifestaciones de otras enfermedades. Esto se debe a que los vasos sanguíneos y las fibras nerviosas se comprimen, la estructura de la columna cambia y se altera la función de los órganos internos cercanos.
Enumeremos cuáles son los síntomas típicos y más comunes de la osteocondrosis del tórax:
- dolor de espalda y pecho;
- Una sensación de opresión en el pecho;
- Hormigueo en las extremidades;
- Entumecimiento de brazos, piernas, cuello, hombros;
- Rigidez y dolor en la espalda y las extremidades;
- Espasmos de los músculos de la parte superior y media de la espalda;
- Hay movimiento limitado de la columna en esta zona (dificultad para doblar el cuerpo).
Dolor causado por la osteocondrosis torácica.
Cuando se le diagnostica "osteocondrosis torácica", los síntomas relacionados con el dolor se destacan entre otros síntomas. Su intensidad y duración dependen de la etapa del proceso patológico. La localización del dolor puede cambiar rápidamente periódicamente, como pasar de un área del tórax a otra, cubriendo todo el tórax. A menudo se siente dolor en el área entre los omóplatos. El dolor de la osteocondrosis torácica es un dolor sordo, dolor por presión y dolor agudo. Dolor que empeora por la noche y se asocia con:
- levanta tus manos;
- Rotación del cuello;
- mover objetos pesados;
- movimientos bruscos;
- Incrementar la actividad física;
- Dificultad para respirar, toser, estornudar;
- Baja temperatura.
¿La osteocondrosis torácica causará dificultad para respirar?
La osteocondrosis torácica a menudo causa síntomas de dificultad para respirar debido al desplazamiento del cuerpo vertebral, lesiones de la estructura del tórax y la compresión de las fibras nerviosas y vasos sanguíneos relacionados con los pulmones. Además, debido a que la zona del tórax contiene estructuras encargadas de la inervación del corazón, intestinos, hígado, riñones y varios órganos más, en muchos casos esta enfermedad se acompaña de los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza, mareos;
- Dolor en el área del corazón;
- Dolor en los senos;
- Dolor en las costillas (similar en apariencia a pancreatitis o colecistitis);
- Dolor abdominal superior no relacionado con la comida;
- Malestar faríngeo y esofágico, sensación de cuerpo extraño;
- Disfunción sexual.
El dolor cardíaco en la osteocondrosis torácica a menudo es causado por compresión y compresión, lo que puede inducir a error en el diagnóstico porque se asemeja a la angina de pecho y al infarto de miocardio. Una característica distintiva de estas sensaciones es su larga duración y su falta de eficacia al tomar fármacos diluyentes del corazón. No hubo cambios en el electrocardiograma.
Síndrome de osteocondrosis torácica
Los síntomas de la osteocondrosis del tórax en las mujeres están asociados con un único mecanismo patogénico, pero en muchos casos ocurren de manera compleja. Hay dos síndromes con un conjunto específico de condiciones patológicas causadas por la osteocondrosis torácica:
- dolor de espalda;
- atrás.
Dolor de espalda torácico
La osteocondrosis del tórax en las mujeres puede causar un dolor prolongado y menos perceptible, generalmente en forma de dolor y tirones, que es inherente al dolor de espalda. Los síntomas pueden durar de 2 a 3 semanas y las molestias pueden disminuir ligeramente (especialmente al caminar) o empeorar (generalmente por la noche, al agacharse o al respirar profundamente). En presencia de este síndrome, la osteocondrosis torácica también puede presentarse con síntomas relacionados con disnea y rigidez muscular.
columna dorsal torácica
Las manifestaciones paroxísticas de la enfermedad se denominan "dolor de espalda" o "dolor torácico y lumbar". En esta afección, el dolor aparece repentinamente, es intenso y, a menudo, se asemeja a los síntomas de un ataque cardíaco. Los síntomas de la osteocondrosis torácica incluyen:
- dolor agudo, parecido a una daga;
- Dolor en el área entre las costillas y entre los omóplatos;
- Normalmente, un ataque ocurre después de permanecer en una posición durante un período prolongado de tiempo;
- El dolor empeoraba al girar el torso;
- Dificultad para respirar y tensión muscular severa.
Osteocondrosis torácica - Consecuencias
Si el tratamiento patológico no se inicia a tiempo, la osteocondrosis torácica puede tener las siguientes consecuencias:
- distonía vascular vegetativa;
- Migraña;
- Daño a la función de los órganos internos (hígado, riñón, etc. );
- Pérdida de audición y visión;
- Epicondilitis de la articulación del codo;
- Paresia y parálisis de los brazos;
- Inflorescencia axial;
- Pérdida de sensibilidad del tejido cutáneo;
- Discapacidad, etc
¿Cómo se trata la osteocondrosis torácica?
Si se presentan síntomas de osteocondrosis torácica, se recomienda consultar a un neurólogo, quien podrá hacer un diagnóstico preliminar después de examinar la espalda y la columna del paciente en múltiples ubicaciones. Para determinar el alcance del daño, se necesitan radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. Las estrategias de tratamiento dependen de los resultados obtenidos.
Los síntomas dolorosos de la osteocondrosis espinal torácica a menudo pueden eliminarse tomando AINE. Si la afección empeora y se acompaña de dolor intenso, se puede realizar un bloqueo paravertebral con una solución anestésica. Además, como parte del tratamiento conservador, se pueden prescribir los siguientes medicamentos:
- Relajantes musculares;
- Condroprotector;
- Corticosteroides, etc.
Para mejorar los procesos metabólicos, eliminar el tono muscular excesivo y prevenir diversas complicaciones, se encuentran disponibles los siguientes tratamientos:
- fisioterapia;
- masaje;
- terapia manual;
- tracción espinal;
- Procedimientos de fisioterapia (láser, ultrasonido, etc. ).
Si un fragmento de disco comprime la médula espinal, es posible que se necesite cirugía. En este caso, se puede realizar una laminectomía (extirpación del arco vertebral) o una discectomía (extirpación de parte del disco o su extirpación completa mediante la instalación de un injerto). En las clínicas con equipos modernos, los procedimientos quirúrgicos se realizan mediante métodos poco invasivos a través de pequeñas incisiones.